A mi me gusta salir entre semana pues está todo mas tranquilo pero la idea era salir con mi padre y ver si por fin podía estrenarse con los torpedos.
La mañana comenzó tranquila ausencia de aire, un sol radiante y algunos pescadores a fondo pescando. Los barbos se encontraban en grupos numerosos apartados de las orillas y cebándose pero el grado de alerta era alto y cualquier cosa que cayese cerca los espantaba, asi que tocaba alargar el bajo poner una pequeña mosca seca y afinar. Así empezaron a salir.
Me encontré con dos situaciones barbos que patrullaban alejados a ras de agua y otros orillados. Con ambos el método fue sencillo. Habia que poner la mosca cerca en su trayectoria y la subida era segura. Si además les veía cebándose mientras nadan son un blanco seguro.
Después al medio dia todo empezó a llenarse de gente y un viento fuerte complicó la pesca. Aun así tuba una última oportunidad. En una zona alejada de domingueros, Observé un grupo de barbos comiendo cerca de la orilla. Me pillaron subiendo una piedra y se fueron volando pero sabía que volverían. Y así fue a la vuelta, me acerqué con cuidado y ví a uno cebandose activamente. Por lo que me puse manos a la obra. Me acerqué en forma de cazador, como dice mi padre, y le presenté la mosca. Éste se olivo loco y no dudó en atacar mi emergente, pero la lastima fue tener unos arbustos semisumergidos a unos metros, y como una bala se metió allí por lo que os podéis imaginar lo que pasó, rompió.......
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