La táctica a emplear fue la de pescar a ninfa poniéndosela algo delante de su trayectoria para que cayese lentamente. Para ello, mi padre y yo, usamos ninfas sin plomar con saco de foam. Aunque en breve podremos intentar engañarles a seca o con emergentes, ya que empiezan a cebarse a arriba.
Conseguí cinco barbos con una fuerza descomunal, los cuales saltaban fuera del algo como truchas. Si a esto le añadimos el buen tiempo y la gran compañía de mi padre el resultado es espectacular.
Por cierto, es muy importante usar anzuelos extra fuertes ya que si no un barbo te lo puede dejar así
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