Últimamente el tiempo no está acompañando en mis últimas salidas de pesca. Atrás quedaron los apacibles días en los que el sol y un ligero aire facilitaba la pesca. Ahora toca cambiar el chip, cambiar de estrategia. Dias grises, viento fuerte, lluvias......Este fin de semana se acercaba el diluvio universal. Jueves y viernes fueron tormentosos. Pero para el sábado por la mañana parecía que habría una tregua, por lo que David y yo nos decidimos a a probar suerte.
Nada más llegar vemos a bastantes mosqueros que tras el cierre de la veda cambian a los ciprínidos. Me hace mucha gracia escuchar a muchos de ellos comentarios como "ahora empiezan a cebarse arriba en cuanto comiencen las hormigas de ala" :-o pero si yo llevo pescándolos a seca desde Abril jejejjejeje......... así que tocó darle a las piernas hasta estar solos.
David no tardó en clavar el primero y luego una bonita carpa que le entró a su hormiga cuando descendía.
Yo mientras tanto clavé un bonito comizo.
Así da gusto empezar ;-). Pero la realidad era que estaban dificiles: el agua estaba algo tomada, y las nubes hacían invisibles a los barbos. Además todo estaba plagado de carpas. Era increíble no se podía distinguir si el objetivo era un barbo o una carpa....
Aun así fuimos cogiendo bastantes barbos, que debido al temporal no estaban del todo finos, y nos tocó caminar de lo lindo. Muchas de las capturas, como ya os comenté, realizaron alejadas de la orilla.
Ahora es el momento y cuando los barbos van así patrullando son carne de cañón. Aun así no fue fácil pues la visibilidad era muy muy escasa.
Justo después de comer se levantó un fuerte aire lo que apagó a los barbos nada les hacia subir ni hoppers grandes o pequeñas, ninfas tampoco...Además de la dificultad para tener puntería. Acabamos con el brazo destrozado.
En esas condiciones perder dos capturas aunque lleves ya bastantes te pone de mal humor y mas cuando ves que después de desclavarse dos barbos la clave estaba en que me había abierto el anzuelo :-(